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Así son los contenedores inteligentes que ya encontramos en algunas ciudades europeas

El Internet de las Cosas (IoT) y la conectividad también llegan a la recogida de basuras gracias a la gestión inteligente de residuos. Pero ¿cómo funciona? Conocemos de la mano de José Antonio Cabo, Product Manager de Wellness Telecom, cómo funcionan los llamados “contenedores inteligentes”.

 

“Se trata de dotar de conectividad a los contenedores que ya usamos habitualmente en la recogida de basuras a través de sensores. De modo que estos dispositivos hacen que los contenedores puedan arrojar datos sobre su estado en tiempo real. La idea es pasar de una política de recogida con una planificación fija con el consecuente desconocimiento del estado de los contenedores, a una dinámica e inteligente, donde son los propios contenedores quienes demandan como necesaria su recogida”.

La ciudad de Sevilla, a través de la empresa pública de recogida de basura Lipasam, es una de las ciudades pioneras en probar los llamados “contenedores inteligentes”, comprobado su eficacia en ahorro y costes, gracias a los servicios de Wellness Telecom y a su proyecto EWAS.

La solución consiste en un dispositivo hardware, llamado Quamtra, que mide el llenado de los contenedores y una plataforma software de gestión y visualización de los datos recogidos por estos dispositivos.

Se monitorizaron 268 contenedores, 215 de vidrio repartidos en tres rutas de recogida cíclica, 29 soterrados de plástico y vidrio y otros 24 de distinta naturaleza para testear la validez de los dispositivos en diferentes emplazamientos.

Esta sensorización de los contenedores permite saber dónde están situados y qué nivel de llenado tienen, así como ver el geoposicionamiento de cada uno de ellos y controlar las rutas de recogida a través de una plataforma de una manera visual.

Gracias al uso de estos sensores con bajo consumo energético y de gran durabilidad, instalados en los contenedores de basura tradicionales, es posible mantener un control estricto sobre su estado, su seguridad y su ubicación.

Concretamente, los sensores miden, a través de un haz configurable de ultrasonidos, la distancia comprendida entre la cima del residuo y dispositivo colocado en la zona superior interna de contenedor, e incorporan además otros módulos como un acelerómetro, un detector de movimiento y un sensor de temperatura.

De esta manera el gestor de recogida obtiene una información muy útil que le permite realizar un reajuste permanente en las rutas de recogida en función del nivel de volumen de llenado de los contenedores; igualmente le permite gestionar en tiempo real eventos sucedidos en la ciudada a partir de las alertas generadas por episodios de vandalismo, desbordamientos o incendios, reduciendo de esta forma el tiempo de respuesta antes estas eventualidades y minimizando el impacto sobre el mobiliario urbano, así como incrementar de esta forma la seguridad del ciudadano.

Gracias a su instalación y al posterior análisis de datos, Lipasam replanteó y optimizó las rutas de recogida, aunando algunas de ellas, consiguiendo así una mejor prestación de servicios; en definitiva, se ha mejorado la calidad de servicio prestado al ciudadano a la par que se ha ajustado los recursos conforme a las necesidades reales de servicio.  Asimismo, esta optimización de las rutas trajo consigo una disminución de los mantenimientos correctivos y preventivos de los camiones de recogida.

Esto se tradujo en más calidad y en un ahorro de hasta el 60% de los costes asociados a la recogida de estas rutas de contenedores. Al mismo tiempo, también trajo consigo una mejor percepción de la calidad del servicio por parte de los ciudadanos, más concienciación medioambiental y una importante reducción de las emisiones.

Otras de las mejores que se extraen de la puesta en marcha de estas mejoras, es la reducción de horas de servicio de recogida para estos mismos contenedores, implicando por tanto:

  • Limpieza viaria: se elimina la posibilidad de desbordamiento de contenedores, pues mediante esta herramienta, los gestores pueden planificar la recogida de aquellos que tienen un nivel de llenado cercano a la boca de entrada, para ser recogidos en el próximo evento de recogida.
  • Reducción de las emisiones de CO2 producidas por la flota de camiones destinada para estos servicio.
  • Reducción de atascos generados en la ciudad por la puesta en marcha del servicio de recogida.
  • Reducción de los seguros de responsabilidad civil contraídos por la compañía para hacer frente a los eventos de vandalismo producidos dentro de la ciudad.

Y para concluir la satisfacción por parte de Lipasam de realizar su trabajo de la mejor forma eficiente posible para la ciudad de Sevilla.