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La apuesta por la Innovación Social en las Smart Cities

Europa se enfrenta a serios problemas y retos como el cambio climático, el suministro de energía, la escasez de recursos y el impacto de los cambios demográficos, al mismo tiempo que necesita mejorar la salud y la seguridad ciudadana.

La única respuesta está en la Innovación.Así lo refleja la Comisión Europea en su Estrategia Europa 2020 al lanzar la iniciativa “Unión por la Innovación”, donde se menciona como elemento clave la “Apuesta por la Innovación Social”, entendida como la vía de“encontrar nuevas formas de satisfacer las necesidades  sociales, que no están adecuadamente cubiertas por el mercado o el sector público… o en  producir los cambios de comportamiento necesarios para resolver los grandes retos de la sociedad… capacitando a la ciudadanía y generando nuevas relaciones sociales y nuevos modelos de colaboración.”

En este nuevo panorama económico-social donde casi un 80% de los ciudadanos europeos habita en ciudades y éstas se han convertido en centros de intercambio y de desarrollo cultural, político, social y económico, nace el concepto de “Smart City o ciudad inteligente”. Pero, una “ciudad inteligente” debe ir más allá de la incorporación de tecnología y de conocimiento a los servicios públicos como originariamente se trataba a esta denominación. Esta debe ser una ciudad que utiliza las tecnologías de la información y las comunicaciones para poder ofrecer servicios públicos más interactivos, más eficientes y que generen oportunidades de progreso para el municipio y su ciudadanía.

Smart City tiene que ser mucho más convirtiéndose en Smart Human City apostando por las ciudades diseñadas para adaptarse a  los requerimientos y necesidades de sus habitantes, teniendo en cuenta su diversidad. Smart Human City es un concepto que trabaja desde la innovación, creando un área urbana con una infraestructura adecuada, redes y plataformas inteligentes; un entorno capaz de escuchar y entender lo que está sucediendo en la ciudad y por lo tanto capaz de tomar mejores decisiones y canalizar la entrega de información y servicios adecuados a sus habitantes, teniendo en cuenta la necesidades de todas las personas a través del uso de las nuevas tecnologías. En definitiva, el “bienestar humano” se convierte en un desafío, en especial proteger a las personas mayores, la infancia y todas aquellas que estén en riesgo de exclusión social.

De este modo, la Innovación Social representa una oportunidad tanto para el sector público como para los mercados, ya que los nuevos productos y servicios satisfacen mejor aspiraciones individuales y colectivas. Como ha señalado el presidente de la Comisión de Nuevas Tecnologías de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), ha llegado el momento de apostar por la inversión en infraestructuras educativas y culturales, potenciando la industria cultural, así como por los parques tecnológicos como motor para que una ciudad se consolide en una nueva economía del conocimiento.

Proyectos innovadores como semáforos inteligentes, plataformas online accesibles para el e-Gobierno, plataformas de servicios de asistencia y seguimiento médico, adecuación de puestos de trabajo, vehículos de transporte público accesibles y sostenibles, personalización de interfaces de usuario de posicionamiento y navegación a través del móvil para cualquier tipo de usuario en entornos urbanos y destinos turísticos, plataformas de participación ciudadana, entre otros, pueden contribuir a diseñar un nuevo concepto de ciudades.

En Wellness Smart Cities &Solutions (www.wsmartcities.com), creemos que podemos aportar en este nuevo reto y por ello, estamos trabajando en el proyecto SOPHIA (Senior Occupation after Professio nHabit Intriguing Adults), – sophia-aal.eu – una plataforma de intercambio de conocimiento y expertise entre los mayores que tras su jubilación quieran seguir ofreciendo sus habilidades y a los nuevos profesionales que se incorporan al mercado de trabajo. Se trata de un proyecto que se enmarca dentro de los objetivos estratégicos de la Unión Europea, financiado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, bajo el paraguas del programa AAL (“ActiveAssisted Living”), cuyo objetivo es el de prolongar la vida activa de las personas mayores, quienes tienen muchas posibilidades de contribuir a la sociedad. Una vida productiva es importante para el envejecimiento activo ya que puede ayudar a prevenir la enfermedad o impedimento físico o mental, a garantizar buenas capacidades cognitivas y físicas, y a promover actitudes positivas.

Así SOPHIA, como plataforma social, pone en contacto a los jubilados con los nuevos empleados en activo para compartir conocimiento, resolver dificultades y manejar todo tipo de posibles interacciones entre ellos de forma cooperativa y eficiente. Además los datos de los expertos y los usuarios finales estarán disponibles para el análisis del comportamiento, por lo que se podrán obtener patrones de comportamiento que puedan emplearse para obtener información pública como qué profesiones necesitan más experiencia de alguien con conocimientos, en qué áreas se necesita más información para promover seminarios, etc.

MÁS INFORMACIÓN SOBRE PROYECTO SOPHIA

En este momento en el que la población que ahora está envejeciendo goza de buena salud, una plataforma de este tipo puede presentarse como la mejor oportunidad para conectar a los mayores que estén dispuestos a llevar una vida plena tras su jubilación.

En definitiva, “Ciudades sin personas no son Ciudades”, es por ello que una ciudad realmente inteligente es aquella en la que todos los ciudadanos están conectados y donde los conceptos imprescindibles de Igualdad y Flexibilidad en el acceso y uso de los servicios tienen un papel clave para garantizar una atención adecuada a todas las personas.

Autor: Macarena Santiesteban. @wellnesstelecom

El artículo fue publicado en el blog de Wellness Smart Cities & Solutions en el portal i-ambiente cities.